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Pocos monstruos de la evolución han sido tan exitosos en causarnos daño

como el virus de la variola, el responsable de la viruela.

La matanza que causó fué tan terrible y despiadada

que obligó a la humanidad a actuar por primera vez globalmente.

Fue una de las más grandes victorias contra los poderes la naturaleza.

y todo gracias a las vacas.

Kurzgesagt, en pocas palabras.

La viruela es un virus, una diminuta máquina que solo quiere multiplicarse.

Evidencias de ella están en momias Egipcias

y en escritos Chinos e Indios de hace más de 3000 años.

Hace 1300 años la viruela acabó con un tercio de la población de Japón.

Para el 1600, era una de las mayores causas de muerte en el mundo.

A finales del 1800 en Europa, morían 400 mil personas al año.

Cada tercer individuo que perdía la vista era debido a este virus.

Incluso en el siglo XX, hace apenas un siglo,

mataba al menos a 300 millones de personas.

La viruela era un monstruo cruel que volvía una y otra vez

matando, mutilando y perturbando sociedades.

¿Como pudo la viruela ser tan mortífera durante tanto,

y como pudimos olvidar su horror tan rápido?

En 2023, solo quedan dos sitios donde se almacena este con fines de investigación.

En Koltsovo, Rusia y en Atlanta, EE.UU.

Lo que es buena idea, porque ¿Así qué podría salir mal?

Digamos que debido a una serie eventos

el virus escapa y te contagias.

¿Que pasaría contigo?

¿Como mata la Viruela?

La viruela es muy contagiosa, y viaja en gotas pequeñas que inhalas.

Este empieza a infectar y matar las células que recubren tu garganta para crear caos.

¿Por qué?

Para engañar a tu cuerpo y lograr que lo transporte.

Si una célula muere de forma violenta,

tus células inmunitarias irán al lugar infectado para ayudar.

Pero esta vez tiene consecuencias graves.

Mientras que estas eliminan las células muertas, devoran virus y matan células infectadas.

La viruela infecta una célula vital del sistema inmunitario: Las células dendríticas,

Células inteligentes que reúnen información y dejan el frente para buscar apoyo.

Estas entran al sistema linfático, una red de vías que recorre todo tu cuerpo,

Y conecta cientos de bases inmunitarias.

Es estas bases, tus defensas más fuertes se activan.

Y sería el ultimo lugar que un virus querría invadir,

pero la viruela lo desea.

Por unos 12 días, el virus infecta en silencio a células civiles e inmunitarias,

Saltando de célula en célula e infectando más de ellas.

En algún punto se llega a un nivel crítico.

Y la viruela comienza su verdadero ataque.

Millones de virus usan las vía linfática para llegar a tu sangre y órganos,

infectando todo tu cuerpo.

De repente la viruela está en todos lados.

A pesar de este ataque global, tu sistema inmunitario lucha por despertar.

Tus células inmunes acuden a transmisores vitales llamados “interferones”

para mover el cuerpo contra los virus.

Los “interferones” como su nombre indica, interfieren.

Reduciendo mucho las infecciones virales

y a su vez activando millones de armas antivirales.

Pero la viruela logra desactivar los interferones,

lo que afecta la parte antiviral del sistema de defensa.

Usualmente otros ayudan, como el sistema del complemento,

una especie de campo minado móvil que elimina virus,

pero la viruela también lo desactiva.

Y así, sin casi resistencia la viruela se extiende por todos lados

infectando billones de células en todo tu cuerpo.

Incluso se infectan “los capilares”,

los vasos sanguíneos más pequeños, los cuales mueren en masa.

todo esto activa una célula inmunitaria que ahora no necesitas.

pero es atraído por la muerte: “El Neutrófilo”

Usualmente un letal asesino de invasores

que no es muy eficaz contra la viruela.

Y peor aún, los Neutrófilos luchan liberando químicos letales

que mata a más células.

Además, causan inflamación,

al llevar fluidos de tus vasos sanguíneos al tejido.

En todo tu cuerpo, mientras millones y luego billones de células mueren,

desarrollas una erupción que solo empeora.

Con pus y restos celulares, y a su vez, cientos de lesiones inflamando tu cuerpo.

En toda tu piel e incluso dentro de tus órganos,

todo repleto de billones de virus de viruela.

Ahora la fase critica comienza.

Mientras luchas por tu vida, ardes en fiebre alta.

Frentes de batalla drenan tu sangre de fluidos que fluyen a tus tejidos y órganos.

Surge la coagulación sanguínea

y toxinas de células muertas que pueden llevar al fallo de órganos.

Tus pulmones se llenan de liquido, dificultado la respiración.

Ahora sucede una de dos cosas.

Tu sistema inmunitario lucha por el control.

Envían armas pesadas que matan células infectadas,

limpian miles de infecciones una por una,

matando a la viruela en donde esté, así puedes recuperarte nuevamente.

El sistema inmunitario la recordará por siempre, haciéndote inmune.

O, mueres…

Colapsado por la infección y por la reacción de tu sistema inmunitario ante ella.

Cerca de un tercio de los que la contraían morían.

Y sí sobrevivías.

Puede que quedaras lleno de cicatrices o incluso perdieras la vista u oido.

Durante milenios esta terrible enfermedad azotó al mundo,

dejando muerte y caos, traumando y mutilando gente.

Hasta que un día, la humanidad dijo: “Basta”.

¿Por qué ya no tenemos viruela?

La viruela es de las peores plagas que se han conocido.

Un monstruo destructor de familias y vidas.

Aunque no podías hacer nada por ellos,

la gente notaba que si sobrevivías, te volvías inmune.

Así que de la desesperación, surgió una practica peligrosa de “variolización”

Tomar costras de alguien que tuvo un caso leve de viruela,

dejarlas secar y triturarlas en polvo.

Luego soplarle al paciente el polvo por la fosa nasal o rascar su piel con él.

Si salia bien, solo tendrían una versión leve del virus

y ganarían inmunidad contra ella.

La variolización quizá sirvió.

ya que al introducir viruela en un lugar donde el virus no anticipaba.

muchos de sus trucos no resultaban.

Y ya que la inoculación era secada,

esto dañaba el virus evitando que actuara en su totalidad.

Por desgracia 2 a 3% de los pacientes morían

debido a la viruela u otra enfermedad causada por el “tratamiento”

Aún así ya que la viruela era tan atroz e inevitable

la gente asumía el riesgo para ellos y sus hijos.

La Variolización se propagó.

mientras la viruela seguía matando millones.

El triunfo sobre el virus solo fue una posibilidad

cuando los científicos comprendieron que no era necesario inocular con la viruela real,

sino con algo “fiable” como la viruela bovina.

Una variante que solo afecta a las vacas.

Fue un paso revolucionario,

y unos años después, resultó en uno de los logros más grandes de la humanidad.

Las vacunas.

El cambio era simple.

en lugar de optar por el virus real para inmunizar,

usaron el similar, la viruela bovina, que aunque era leve te inmunizaba.

Aún así llevaría otros 200 años, multitudes luchando contra el virus donde pudieran.

para llevar vacunas a los lugares más remotos.

Y todo mientras este mató a más de 300 millones solo en el siglo XX.

En 1966 la Organización Mundial de la Salud

decidió que la humanidad debía unirse en un último gran esfuerzo.

Una “red global de noticias de la viruela” basada en residentes en sitios de conflicto.

Para abordar los brotes del virus.

Los casos se cercaban y se daban vacunas. previniendo así la propagación.

La viruela solo afectaba a humanos.

Por lo que al cortar su cadena de transmisión, lo mataríamos.

La última infección natural ocurrió en 1977,

y en 1980 casi 200 años tras la primera vacuna,

la viruela fue declarada erradicada.

Viruela, la plaga de la humanidad, estaba muerta.

ningún otro niño moriría por ella.

ni madres ni hermanos ni tíos o primos.

Es difícil transmitir la increíble victoria que esto significó.

Uno de los virus más crueles que nos había cazado por literalmente milenios,

había muerto, por nosotros, unos simios con agujas.

Hoy en día vivimos en una era de iluminación.

Nadie es perseguido por el espectro de la viruela.

Pero esta luz no es de natural.

Fue puesta en el cielo por la voluntad humana

de querer estar seguro de los monstruos.

Pero al vivir sin ellos, hemos olvidado que existieron y que son reales.

que estas podrían renacer,

o que nuevas podrían estar incubándose en junglas, mercados o laboratorios.

esperando para azotarnos de nuevo.

Olvidamos cuan maravillosas son las vacunas, y lo difícil que fue conseguirlas.

Aún seguimos amparados por la luz pero cada día se desvanece,

y debemos garantizar que esta no se extinga para futuras generaciones.

Ya matamos un monstruo, podemos hacerlo otra vez.

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