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Transcripción

Nuestro hogar está en llamas. El cambio climático está desestabilizando nuestro mundo.

Parece que nuestras emisiones no van bajar tan rápido como para evitar el calentamiento descontrolado

y llegaremos pronto a puntos de inflexión hacia el colapso de ecosistemas y nuestra civilización.

Aunque científicos, activistas y muchos de las generaciones más jóvenes instan a la acción,

parece que muchos políticos no se comprometen a hacer algo significativo

mientras la industria de los combustibles fósiles sigue actuando de forma activa contra el cambio.

Parece que la humanidad no puede superar su avaricia y obsesión con los beneficios a corto plazo para salvarse.

Así que para muchos el futuro es siniestro y sin esperanzas. Los jóvenes se sienten particularmente 

angustiados y deprimidos. En vez de mirar al futuro para una vida de oportunidades, ellos  

dudan sobre si tienen un futuro o si deberían traer niños a este mundo.

Es una época de perdición y desesperación y tirar la toalla parece la única opción sensata.

Pero no es cierto. No estáis perdidos. La humanidad no está condenada.

Pese a la gravedad de la situación, durante años se han implantado tendencias positivas y por fin

hay buenas noticias y un camino claro hacia un objetivo colectivo en los objetivos climáticos.

Bienvenidos a nuestro Ted talk,por favor vean el vídeo hasta el final - comprobado nuestras fuentes detalladas para saber más.

¡De acuerdo! Empecemos con lo más aterrador.

Cancelando el Apocalipsis

Algunas de las historias más compartidas sobre el Cambio Climático son que es una amenaza

existencial - el final de la civilización e incluso de nuestra propia extinción. Y

que ya es algo inevitable. ¿Pero qué dice la ciencia?

En 2022 la temperatura media global

ha aumentado en 1,2 grados Celsius comparado con épocas preindustriales. 

Limitando el calentamiento ha 1,5 grados era el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París, 

pero no parece que lo vayamos a conseguir. Con el calentamiento actual, los lugares cálidos serán más cálidos,

los húmedos, más húmedos y el riesgo e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos aumenta considerablemente.

El calentamiento más allá de los 2 grados hace que los extremos sean más extremos, fenómenos

extremos más habituales aumentando la presión en más ecosistemas. Algunos no sobrevivirán.

Con 3 grados grandes partes de la Tierra, sobre todo en países en desarrollo,

que puede que sean incapaces de alimentar a su población. Las olas de calor se convierten en un problema global.

Ecosistemas a gran escala colapsarán. Mayor escala y frecuencia de los huracanes,

incencios y sequías se incrementarán y causarán daños incalculables. Las regiones pobres y la subsistencia

de los granjeros será lo más duro. Cientos de millones deberán abandonar sus hogares.

Entre 4 y 8 grados empieza el apocalipsis - la Tierra invernadero, donde las cosas cambian

tan rápido que será imposible que soporte a nuestra gran población.

miles de millones perecerán, dejando al resto en un planeta alienígena y hostil. 

Hace una década, por la falta de acción y perspectiva, muchos científicos asumieron que el aumento superior a 4 grados

era nuestro futuro y la comunicación se centró en esta posibilidad. 

Afortunadamente, esta versión del apocalipsis es la menos probable.

Si las políticas para el cambio se estancan, acabaremos con un calentamiento de 3 ºC en 2100.

Es algo aterrador y trágico y nada aceptable. Pero esto son buenas noticias - ¿cómo? En la última

década, hemos visto suficiente progreso para que muchos científicos piensen que hemos evitado

el cambio climático apocalíptico. Aunque siguen existiendo riesgos sustancianes, podemos decir con confianza

que la humanidad no va a desaparecer. La civilización quizás deba cambiar, pero lo soportará.

Lo que plantea la pregunta: ¿Qué ha cambiado en los últimos 10 años y son esto buenas noticias?

El Cambio Invisible

Probablemente conozcas esta historia: La última década ha sido un inmenso

fracaso para las políticas de cambio climático.

En vez de aprobar proyectos de ley vinculantes que reducirían significativamente las emisiones

hicimos: nada. Una década perdida con un récord negativo tras otro. Y esta historia

es cierta y una razón por la que mucha gente abandona. Pero no es la imagen completa.

Pese a la falta de políticas climáticas y las campañas

de presión y desinformación continuadas de la industria de los combustibles fósiles,

ha habido mucho progreso. Retrocedamos 20 años para descubrir porque hoy todo es diferente:

Entre el 2000 y el 2010 las emisiones de gases de efecto invernadero crecieron un 24%,

tres veces superiores al aumento de la década anterior. Las subvenciones a los combustibles

dirigidas a impulsar la economía, causaron un aumento colosal de su consumo.

Para países emergente como China e India, el carbón fue la forma más barata de crecimiento,

mientras en los países ricos se mostró poco interés en cambiar sus costumbres.

En 2010, mucha gente esperaba que estas tendencias continuaran. En vez de disminuir

el uso de combustibles, su consumo aumentaría. La siguiente década resultó ser muy diferente.

Primero, el consumo de carbón en países emergentes como India se ha ralentizado o estancado

como en China. Y se ha desplomado en países como el Reino Unido o EUA.

Desde 2015 tres cuartas partes de las plantas de carbón se han cerrado y 44 países

se han comprometido a parar sus construcciones. Hace diez años esto parecía un espejismo,

pero hoy en día podemos aseverar que “el carbón se muere”. Ya no es competitivo.

Porque tecnologías que pensábamos que siempre serían caras han madurado rápidamente.

Las renovables han demostrado un progreso explosivo. En una sola década la energia eólica es 3 veces más barata.  

¡La solar es diez veces más barata! Más barata que el carbón o cualquier planta de combustible fósil,

pese a las subvenciones masivas y las infraestructuras que los apuntalan.

Se producen 25 veces más energía solar y casi 5 veces más eólica en comparación con hace

10 años, que por supuesto no es suficiente. Uno de los mayores obstáculos es la variabilidad

de su producción. Las renovables necesitan mucho almacenamiento para ser una fuente de energía fiable,

como baterías muy caras. Los precios de las baterías han caído un asombroso 97% en 30 años,

un 60% solo en la última década - que servirá para todo tipo de tecnologías verdes como los coches eléctricos.

Podrás decir, “vale, és fantástico, pero ¿no decía Kurzgesagt en su último vídeo

sobre el clima que la solar y eólicas son fantásticas, pero necesitamos al menos una transición fundamental del

sistema industrial global?” Sí, pero afortunadamente el cambio va más allá del sector energético. 

En todos los sectores hay gente mejorando la tecnología actual para reducir emisiones.

Estamos cambiando viejas bombillas incandescentes por LEDs que son diez veces más eficientes.

En 2020 7 de cada 10 nuevos vehículos en Noruega era eléctrico

o híbrido - En 2021 ya eran 8 de cada 10. Y la lista sigue,

desde calefacción eléctrica y mejores aislamientos a barcos a mitad de velocidad para ahorrar combustible.

Mires donde mires encontrarás científicos, 

ingenieros y emprendedores tratando de resolver algún aspecto del Cambio Climático.

Enormes cantidades de ingenio humano están tratando de resolver este problema

con cada vez más gente decidiendo priorizar la prevención de un cambio climático rápido.

Soluciones para producir cemento con bajas emisiones, electrónica y metal e innovaciones como carne artificial

captura de carbono en camino. Cuantas más tecnologías se desplieguen; más barata

y mejor tecnología conseguimos. Cuanto más barata, más gente que la usa. Y así sucesivamente.

Ya podemos ver el impacto:

Las emisiones de CO2 de los países ricos está cayendo sin una mayor recesión.

Desde el 2000, la UE al muestra un descenso del 20%, Italia un 28%, Reino Unido un 35%, Dinamarca un 43%.

Pero la mejor noticia es que las emisiones ya no van de la mano del crecimiento económico.  

En el pasado era una verdad incómoda - para ser más rico, tenías que emitir más. Lo que

llevó a discusiones feroces entre países en desarrollo y desarrollados sobre la justicia

de reducir emisiones cuando su población aún era pobre. Pero en la última década hemos visto

que ES posible mejorar la prosperidad sin aumentar las emisiones. ¡Emisiones en

la República Checa cayeron un 13% mientras su PIB creció un 27%! ¡Francia redujo emisiones un 14% 

creciendo en un 15%! ¡Rumanía vió un descenso del 8% y un crecimiento del 35%! ¡E incluso

la mayor economía de la Tierra - Estados Unidos, redujo emisiones un 4% creciendo en un 26% del PIB!

Algunos dirán que esta es una trampa numérica. Que los países ricos están exportando emisiones a 

los más pobres trasladando las partes más sucias de sus economías como la manufactura. Pero

incluso cuando tenemos en cuenta los bienes importados, ¡los números siguen siendo positivos! Ya no es un

problema de elegir entre prosperidad y el clima cono en la década anterior.

Los países en desarrollo se beneficiarán, porque mientras los países ricos paguen

el desarrollo caro de las tecnologías verdes, pueden adoptarlas de forma más baratas. Pueden saltarse

gran parte de la fase de altas emisiones que tuvieron los países ricos.

Estamos en un punto en el que no descarbonizar es una mala decisión enconómica.

Y ni siquieres hemos hablado de soluciones como la captura de carbono.

En el 2000 ni siquiera existía. En 2022 esa tecnología existe y cuesta unos 600$

por tonelada de CO2 capturada de la atmósfera. A medida que aumenten las inversiones y madure la tecnología

y sea escalable, es muy probable que estos costes se hundan en las próximas décadas.

¿Está todo bien entonces? Bueno, no nos dejemos llevar, todos estos procesos son fantásticos

pero no suficientemente rápidos. Todavía hacemos muy poco y la tecnología no va a

resolver todo mágicamente. Tenemos que reducir el uso de recursos y aumentar su duración,

diseñar productos que sean reparables y duraderos y reducir nuestras necesidades energéticas. Necesitamos

mejores infraestructuras, agricultura y ciudades. Todavía es una dura tarea,

especialmente para aprobar y promulgar políticas correctas.

Pero por primera vez,

hay varias tendencias apuntando sólidamente en la dirección correcta.

Y ahora imagina - Si hemos conseguido todo esto sin un adecuado apoyo financiero y político

y pese a la presión de la industria de los combustibles fósiles - lo que puede hacer la Humanidad

cuando el cambio climático consiga la atención política y la financiación que necesita.

Entonces, ¿está bien estar esperanzados de nuevo? La situación todavía es seria y nefasta,

así que ¿para qué centrarse en este lado de la historia?

La Trampa de la Desesperación

El cambio climático se puede sentir abrumador y hacer el futuro sombrío. La tristeza

y desesperación que mucha gente siente es real y muy destructiva porque genera apatía.

Apatía que solo sirve a la industria de los combustibles fósiles que aun retrasa

el cambio como puede. De alguna manera han convertido la desesperación en un arma.

Estamos en la cuarta fase del debate público sobre la acción rápida contra el cambio climático:

La fase 1 fue: El Cambio Climático no existe.

La fase 2 fue: El Cambio Climático es real, pero no tiene causa humana.

La fase 3 fue: El Cambio Climático puede estar causado por humanos, pero no es tan malo.

La fase 4 es: El Cambio Climático ya no se puede evitar. Estamos condenados y no importa lo que hagamos.

Si queremos cambiar el mundo, primero debemos creer que el cambio es posible. Y tenemos

muchísimas evidencias de que lo es. Cambios en el sistema industrial ganan impulso,

la tecnología mejora y se abarata, el Cambio Climático se ha convertido en un tema central en muchas elecciones.

A medida que más jóvenes ocupan posiciones de influencia,

Priorizan el Cambio Climático y trabajan en soluciones. En 2022 la mayoría de gobiernos

no solo lo sabe, pero han generado sus objetivos de 0 emisiones - en países democráticos y autocráticos.

Los resultados de años de lucha en una ardua batalla ya son claramente visibles. La

presión debe seguir aumentando, ¡asegurémonos de que las promesas de ahora se cumplen!

El agorismo climáticos es el equivalente a rendirse aunque todavía puedas evitar no solo

el peor caso posible, pero también mitigar muchos problemas, hacer cambios a tiempo para adaptarse mejor

y prevenir el sufrimiento de los más pobres. Por eso la desesperación y la apatía son tan peligrosos.

Si en la última, de muchas maneras desperdiciada década, nos ha enseñado algo,

es que hay un progreso y que los escenarios más sombríos son solo predicciones, no

un destino sellado. En 2022, basándonos en los objetivos actuales, acabaremos en un mundo de 3 grados.

Es nuestro trabajo otra vez demostrar que las predicciones se equivocan, pese a su gravedad

y urgencia. Cambiar ese mundo de 3 grados en unos de 2 grados y ya veremos hasta donde llegamos.

Para eso necesitamos esperanza. Y esperamos haberte dado esperanza, al menos un poco.

Que sientas que es algo serio, pero también que hay un futuro. Puedes tener hijos sin condenarlos

a ellos o al mundo. Que actuar ahora vale la pena. Y que pese al poder de industrias que

hacen todo lo posible por retrasarlo, la sociedad está cambiando. Si necesitas una hoja de ruta más detallada

de lo que puedes hacer, estamos trabajando en un video para detallarlo.

Agorismo, inactividad y desesperación son

las únicas cartas ganadoras de los poderes que no quieren el cambio. No les dejes ganar.

Todavía nos entusiasma el futuro. Y creemos que lo mejor que

puedes hacer para mantener el optimismo y curiosidad es aprender cosas nuevas.

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