El virus del Ébola explicado: cómo tu cuerpo lucha por sobrevivir. | Kurzgesagt

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Transcripción

¿Qué hace al Ébola tan peligroso?

¿Cómo puede un virus derrotar al

sistema de defensa del cuerpo tan rápido

y tan efectivamente?

Echemos un vistazo lo que el Ébola hace.

El Ébola es un virus.

Un virus es una cosa muy pequeña.

Un poco de ARN o ADN

y unas cuantas proteínas

y una cáscara.

No tiene las habilidades para hacer cosas

por sí mismo,

y solo puede sobrevivir y proliferar infectando células.

Para evitar esto, tenemos al sistema inmune.

El sistema Inmune es muy complejo

así que desarrollamos un sistema visual

que facilita todo para poder entender.

Así es como luce:

Concentrémonos en la parte que es crítica para entender el Ébola

e ignoremos el resto.

Usualmente las células dendríticas activan

un ejército de células antivirus, las células de apoyo

y productores de anticuerpos

que trabajan juntos con las células guardias y

curan la infección en cuestión de días.

Pero cuando el Ébola ataca,

este lo hace directo al sistema inmune.

Una de las primeras células que ataca son

las células dentríticas, o sea el cerebro

del sistema inmune.

El Ébola entra en la célula dentrítica

al enlazarse los receptores usados en el transporte celular.

Una vez que entra, disuelve su capa externa y deja

salir su material genético, nucleoproteínas y enzimas.

Simplemente, se apodera de la célula,

desactiva los mecanismos de protección de esta

y los reprograma.

La célula ahora se convirtió en una máquina que produce virus

y usa estos recursos para hacer más virus de Ébola.

Una vez que la célula esta saturada, esta disuelve la membrana celular

y un millón de virus son lanzados al tejido.

El virus no solamente previene que las células dentríticas

activen las fuerzas especiales anti-virus,

las manipula para que envíen señales proteicas

que engañan a las células especializadas

para que terminen sus vidas prematuramente.

Así que el sistema inmune es interrumpido

y dejado sin reacción.

Cuando el virus se multiplica, millones de veces,

hay células deberían tratar con las células infectadas

las células asesinas naturales, pero estas también están infectadas

y mueren antes de que puedan prevenir

que la enfermedad se disperse.

Al mismo tiempo el Ébola infecta

las células guardias del cuerpo,

macrofagos y monocitos,

no solo arreglándoselas para evitar sus defensas,

también para manipular algunas para enviar señales

a las células de los vasos sanguíneos

para que suelten fluido en el cuerpo.

Usualmente esto tiene sentido, pero en este caso

solo provoca más problemas.

Todos los neutrófilos del cuerpo están activados,

despiertos por el virus y las señales de los macrofagos.

No son muy efectivos contra el virus y

no deberían involucrarse en la pelea y

comenzar a hacer cosas que no deberían.

Los neotrófilos envían señales a los vasos sanguíneos para

liberar más fluido causando hemorragia interna.

Otra área que el Ébola ataca

es el hígado. El virus lo encuentra

muy fácil para entrar y

este rápidamente empieza a matar sus células

causando falla en el órgano y más hemorragia.

Todo esto pasa al mismo tiempo.

El virus se dispersa como bombas explotando en todas partes.

Un incidente así en cualquier región sería un gran problema.

Pero ahora esta empezando a pasar en todas partes al mismo tiempo.

Todo el mecanismo del sistema inmune ha evolucionado

para tratar la infección en tu contra.

Y el virus se sigue expandiendo y expandiendo.

Y termina infectando más y más células

mientras que el cuerpo trata desesperadamente de seguir vivo.

En un último esfuerzo para cambiar el juego

el sistema inmune lanza una tormenta de citoquina.

Una tormenta de citoquina es una señal de S.O.S

que hace que el sistema inmune lance todas su armas

al mismo tiempo en un ataque kamikaze desesperado.

Esto hiere al virus pero deja daños colaterales,

especialmente en los vasos sanguíneos.

Paradójicamente mientras más sano esté el sistema inmune

más se daña a si mismo.

Más y más fluido deja la corriente sanguínea.

Sangre se derrama cada vez que el cuerpo se abre.

Te deshidratas seriamente.

No hay sangre para oxigenar los órganos

y las células comienzan a morir. Si llegas a este punto

la posibilidad de que mueras es muy alta.

Actualmente seis de cada diez infectados mueren de Ébola.

¡Guau! Ok. El Ébola es un asco, así que entramos en pánico, ¿verdad?

no, ni de cerca.

La severidad del Ébola vende diarios y

se comparten mas vídeos de YouTube así todo el mundo habla del Ébola.

Pero actualmente la única manera de infectarse de Ébola

es tener contacto con algún fluido corporal

de una persona que tenga los síntomas

o por algún murciélago infectado. Así que no hagas nada de eso.

El Ébola ha matado a 5.000 personas desde junio del 2014.

La gripe común mata a más de 500.000 personas por año.

La Malaria a más de un millón por año,

3.000 personas por día y diez niños desde que comenzó este vídeo.

Así que aunque el Ébola sea horrible y espantoso

no dejes que te asuste. Lo más infeccioso del Ébola

es la manipulación de los medios de comunicación.

Aunque puedes aprender un poco más sobre el sistema inmune.