Por qué la guerra contra las drogas es un gran fracaso. | Kurzgesagt

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Video

Transcripción

Hace más de 40 años el presidente de EE. UU., Richard Nixon

declaró las drogas como el enemigo público número 1.

Empezando una campaña global sin precedentes:

‘‘La guerra contra las drogas’’

Hoy en día, podemos ver los resultados:

La guerra contra las drogas es un gran fracaso

con consecuencias devastadoras inesperadas.

Llevó a encarcelamientos masivos en EE. UU.,

corrupción, desestabilización política y violencia en América Latina, Asia y África,

y a sistemáticas violaciones de los derechos humanos por todo el mundo.

Afectando negativamente la vida de millones de personas;

todo esto, mientras desperdician miles de millones cada año

sólo para crear y avivar los cárteles de las drogas,

mientras que el objetivo de la guerra contra las drogas parece menos factible que nunca:

Un mundo sin drogas.

¿Cómo pudo pasar esto?

La principal estrategia de la guerra contra las drogas es:

‘‘Sin Drogas = Sin Problemas’’

Por lo que casi todos los esfuerzos en las últimas décadas

se han centrado en la erradicación del suministro de drogas

y el encarcelamiento de los traficantes de drogas.

Pero esto ignora lo más fundamental de las fuerzas del mercado:

Oferta y demanda.

Si reduces el suministro de cualquier cosa sin reducir la demanda primero,

el precio aumenta considerablemente.

Esto podría reducir las ventas de muchos productos, pero no para las drogas.

En el mercado de las drogas no es influenciado por el precio:

Las drogas serán consumidas sin importar el costo.

En consecuencia, estimula la producción de más drogas

y el reclutamiento de más traficantes, lo cual aumenta la disponibilidad.

Esto también se conoce como “El Efecto Globo”

Incluso si la producción de drogas o una ruta de suministro principal se destruye,

La oferta para el usuario final no se reduce.

Un ejemplo perfecto para esto

es el cristal de metanfetamina.

El Gobierno de EE. UU. trató de detener su producción mediante el control estricto

de las ventas de los productos químicos utilizados para la fabricación de la droga.

Esto obligó a los grandes productores de metanfetamina a salir del negocio,

pero las consecuencias no deseadas

fueron los miles de operaciones a pequeña escala comenzadas en todo el país,

sobre todo en las ciudades pequeñas

donde el uso de productos químicos no están regulados.

En respuesta a esto

algunos estados de EUA querían reducir la oferta de cosecha propia de metanfetamina,

regulando incluso más productos químicos,

lo que redujo la producción de metanfetamina a pequeña escala drásticamente.

Pero la oferta de metanfetamina, se mantuvo igual.

Cárteles de droga mexicanos inmediatamente se hicieron cargo

y comenzaron grandes operaciones de producción.

Su metanfetamina era incluso mejor de lo que era antes,

y tenían un montón de experiencia en el contrabando.

Así que todos estos esfuerzos hicieron la producción de metanfetamina más profesional,

drogas más potentes,

mientras que el suministro no se redujo en absoluto.

No puedes ganar la guerra del abastecimeinto.

No sólo hay drogas ampliamente disponibles,

la demanda continúa, y algunos fármacos son más puros que en su pasado;

con un presupuesto de alrededor de 30 mil millones de dólares de EE. UU.

la Agencia Antidrogas tiene una tasa de eficiencia de menos de 1%

cuando se trata de detener el flujo de drogas que entran en EE. UU., y en el interior de EE. UU.

Para muchos menores de edad en todo el mundo,

conseguir drogas ilegales es tan fácil como el alcohol.

Pero esto no acaba aquí:

La prohibición puede evitar que una cierta cantidad de personas consuman drogas

pero en el proceso, causa un enorme daño a la sociedad en su conjunto.

Muchos de los problemas que asociamos con el consumo de drogas

son causados ​​por la guerra contra ellos.

Por ejemplo: La prohibición hace drogas más fuertes.

Cuanto más drogas potentes puedan ser almacenadas en el menor espacio posible,

mayores serán las ganancias.

Ocurrió lo mismo durante la prohibición del alcohol,

conduciendo a un aumento del consumo de licor fuerte por sobre la cerveza.

La prohibición de las drogas también generó más violencia y homicidios en todo el mundo.

Las pandillas y los cárteles no tienen acceso al sistema legal para resolver conflictos, así que usan la violencia.

Esto condujo a una creciente espiral de brutalidad.

De acuerdo con algunas estimaciones

la tasa de homicidios en los EE. UU. es de 25 a 75% más alta, a causa de la guerra contra las drogas.

Y en México, un país en la primera línea,

un estimado de 164, 000 han sido asesinados entre 2007 y 2014,

más personas que en las zonas de guerra de Afganistán e Irak en el mismo período combinado.

Pero, donde la guerra contra la drogas podría hacer la mayor parte del daño a la sociedad,

es en el encarcelamiento de los delincuentes no violentos de drogas.

Por ejemplo:

Los Estados Unidos, una de las fuerzas motrices en la guerra contra las drogas,

representa el 5% de la población mundial total,

pero el 25% de la población carcelaria mundial.

En gran parte debido a las fuertes sanciones y las penas mínimas obligatorias.

Las minorías sufren especialmente por esto:

Los afroamericanos constituyen el 40% de todos los internos de la prisión de Estados Unidos.

Y mientras que los niños blancos son más propensos al abuso de drogas,

los niños negros son 10 veces más propensos a ser arrestados por delitos de drogas.

Bueno…

pero, ¿realmente hay algo diferente que podamos hacer?

¿hay una manera de salir de este lío?

En la década de 1980 Suiza experimentó una crisis de salud pública

relacionada al consumo de heroína;

las tasas de VIH se dispararon y el crimen en las calles se convirtió en un problema.

Las autoridades suizas intentaron una nueva estrategia:

Reducción de daños.

Abrieron centros gratuitos de desintoxicación de heroína,

donde los adictos serían tratados y reabilitados.

Aquí, darían a la gente heroína gratis de alta calidad;

obtendrían agujas limpias, y tendrían acceso a salas de inyección segura,

duchas, camas, y supervisión médica.

Los trabajadores sociales les ayudaron a encontrar vivienda y hacer frente a otros problemas en sus vidas.

Los resultados fueron una fuerte caída de la delincuencia relacionada con las drogas,

y 2/3 de las personas de los centros consiguiendo puestos de trabajo regulares,

porque ahora podían centrarse en mejorar, en lugar de financiar su adicción.

Hoy en día, más del 70% de todos los adictos a la heroína en Suiza reciben el tratamiento.

Las infecciones por el VIH han disminuido drásticamente,

las muertes por sobredosis de heroína han caído en un 50%.

Y el trabajo sexual en las calles relacionados con las drogas y el crimen se ha reducido enormemente.

Así que hay métodos que no sólo son mucho más baratos,

sino que también realmente trabajan en lugar de crear más problemas.

La prohibición de las drogas conducen a un sistema que arrasa los derechos humanos,

cuestan grandes sumas de dinero, y crea una gran cantidad de miseria humana.

Todo en pos de un objetivo inalcanzable.

Después de 40 años de lucha,

es el momento para finalmente terminar la guerra contra las drogas, y pasar a algo mejor.

Este video fue realizado con el apoyo de Open Society Foundations y las donaciones del espectador en Patreon.

Si deseas obtener más información sobre cómo puedes influir en la política de drogas,

echa un vistazo a la campaña en www.stoptheharm.org.

Por fin tenemos algo de mercancía.

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