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Recientemente se ha hablado mucho acerca del sarampión
¿Qué es lo que hace en realidad y deberías vacunarte contra el?
¿O es pura histeria?
Sarampión es un virus
Una cáscara de proteínas, ARN
más algunas otras proteínas para su reproducción.
No se puede reproducir por si solo; necesita a una célula huésped para que lo haga.
Para entender al sarampión, tenemos que entender al sistema inmune.
Puede que ya hayas visto
el esquema que mostramos para ayudarte.
Ahora, centrémonos en las partes del sistema inmune importantes en el sarampión.
El virus del sarampión entra en el humano a través de la nariz, boca u ojos.
La infección comienza en los pulmones.
El sarampión es especialmente bueno en infectar a la primera línea de defensa del cuerpo:
macrófagos, poderosas células guardias que protegen a los pulmones de intrusos.
Penetran en la célula y toman control sobre ella.
El virus reprograma la célula y
la transforma en una peligrosa fábrica de virus.
Una vez que la célula está llena de virus,
dejan la célula lisada y comienzan el ciclo de nuevo.
Pero el sistema inmune tiene poderosas armas contra las infecciones de virus:
células asesinas naturales (o células NK).
Estas células básicamente patrullan el cuerpo en busca de otras células infectadas.
Si las encuentran, les ordenan que cometan suicidio.
Esto es tan efectivo que en los primeros 10 días más o menos,
Ni siquiera te darás cuenta que estás infectado de sarampión.
Y ahora, la razón por la que el sarampión es tan poderoso.
Después de un periodo de lucha y muerte,
los macrófagos alertan al cerebro del sistema inmune:
las células dendríticas.
Su trabajo es recolectar muestras de los intrusos,
viajar a través de los nódulos linfáticos
y activar las armas pesadas
que erradican la infección muy rápido en un esfuerzo de equipo.
Pero el virus del sarampión usa una terrible táctica.
Infecta a las células dendríticas
y las usa como un caballo de Troya para penetrar más profundo dentro del cuerpo.
Las células infectadas viajan al siguiente nódulo linfático
para alertar otras células inmunes.
Una vez que llega,
El virus del sarampión se esparce entre las células B y T vírgenes
y las infecta.
Ataca al mismo sistema que evolucionó para luchar en su contra.
Ahora, las cosas suceden muy rápido.
El sistema linfático esparce el virus a todos lados
y entra al torrente sanguíneo,
infectando células mientras viaja.
El sarampión infecta órganos como
el bazo, el hígado, los intestinos y, más importante, los pulmones.
Los síntomas van desde
Una fiebre muy alta, dolor de cabeza, malestar, bronquitis y, por supuesto, ronchas.
En los pulmones, al sistema inmune le estaba yendo bastante bien.
Pero ahora, millones de virus atacan por segunda ocasión
y matan a innumerables células, eliminando el sistema de defensa.
En esta fase, comienzas a toser millones de virus del sarampión.
El sarampión es tan contagioso en esta fase,
que si te encuentras con alguien que no está vacunado,
existe un 90% de probabilidades de que lo infectes.
Sin el ejercito que proteja a los pulmones, otra bacteria o virus que
usualmente no tendría oportunidad puede entrar a los pulmones y evolucionar en
una dañina infección paralela que puede causar neumonía,
la forma más común de morir por sarampión.
Ahora, tu sistema inmune está gravemente herido.
Varios sistemas protectores están heridos e interrumpidos.
El virus se esparce por todos lados, infectando la piel alrededor de tu cuerpo.
Ahora, las típicas ronchas del sarampión se vuelven visibles.
Y en algunos casos, el virus del sarampión
llega al cerebro y causa una infección cerebral.
Si esto ocurre, las probabilidades de morir serán entre 20 y 40%
y pueden existir daños a largo plazo.
Pero tu cuerpo está lejos de rendirse en esta etapa,
y lucha agresivamente.
Algunas células dentríticas sobreviven lo suficiente para activar
las fuerzas antivirus de tu cuerpo
Células plasmáticas en los nódulos linfáticos comienzan a producir miles de millones de anticuerpos,
pequeñas proteínas que marcan las células infectadas para su destrucción
o se acumulan juntas sobre el virus.
Células T asesinas inundan el cuerpo y matan a células infectadas a diestra y siniestra.
Después de 2 o 3 semanas, el cuerpo usualmente
se recupera y acapara la infección.
Pero el sistema inmune ahora está seriamente debilitado,
y puede tomar semanas o meses en recuperarse,
dejando al cuerpo vulnerable ante otra enfermedad.
Pero, si lo logras, ahora eres inmune:
El sistema inmune recuerda al virus para siempre.
El sarampión no es una broma.
Aunque el 84% de todos los humanos están vacunados contra el sarampión,
122,000 personas murieron infectados en 2014.
Algunas personas no pueden ser vacunadas,
ya sea por que son demasiado jóvenes, por quimioterapia o por VIH,
o porque son alérgicas a la vacuna.
Ellos necesitan del resto de nosotros para que detengamos la enfermedad.
La vacuna del sarampión es segura, barata y disponible.
No existen beneficios algunos de tener sarampión
No refuerzas tu sistema inmune y no es más natural.
La mayoría de la gente que no vacuna solo quiere lo mejor para sus hijos,
lo que es honorable.
Pero si te preguntas a ti mismo,
“¿Estoy poniendo la vida de mi hijo y otros niños en peligro por
no vacunarlo contra el sarampión?
La triste respuesta es sí. Sí, lo estás haciendo.
No hay que jugar al juego de la culpa, aún así.
Trabajemos juntos para erradicar este virus.
Juntos, podemos deshacernos de este horrible monstruo y
condenarlo al lugar donde pertenece: a los libros de historia.
Subtítulos por la comunidad Amara.org