Video
Transcripción
Nunca antes en la historia de la humanidad hemos sido más ricos, avanzados o poderosos.
Y aun así nos sentimos agobiados frente al rápido cambio climático.
Parece sencillo a grandes rasgos.
Gases de efecto invernadero atrapan la energía del Sol y la transfieren a nuestra atmósfera.
Esto conlleva a inviernos más cálidos, veranos inclementes.
Lugares secos se vuelven más secos y los húmedos más húmedos.
Incontables ecosistemas morirán mientras que el aumento del nivel del mar tragará costas y
las ciudades que construimos sobre estos.
Entonces ¿por qué no hacemos algo como… prevenir todo eso?
Bueno, es complicado.
El debate público sobre parar el rápido cambio climático a veces se enfoca sobre unos cuantos temas clave:
como plantas que usan carbón, autos o vacas eructantes.
Y en consecuencia las soluciones son a veces simplistas: filas de paneles solares, ir al trabajo en bicicleta,
cualquier cosa que sea sostenible.
Y un tema enorme de discusión es la resposabilidad personal.
Sobre como TÚ deberías cambiar tu estilo de vida para prevenir el rápido cambio climático, lo cual descubriremos
juntos en los siguientes minutos.
Este es unos de esos videos donde te queremos animar a verlo hasta el final, porque
para debatir soluciones factibles reales, primero necesitamos entender el problema.
[Introducción de Kurzgesagt]
La Situación En General
La sociedad moderna industrial tal como la construimos en los últimos 150 años, es inherentemente destructiva
para el planeta.
Básicamente todo lo que hacemos para hacer nuestras vidas más fáciles, seguras y cómodas está empeorando
la situación para la biósfera.
La comida que comemos, las calles que caminamos, la ropa que vestimos, la tecnología que usamos, la forma
en que nos transportamos y las placenteras temperaturas que artificialmente creamos.
Si bien la mayoría conoce sobre el serio impacto de la electricidad, carne, autos y aviones,
muchos e importantes contaminadores son apenas discutidos.
Las emisiones escapándose de vertederos de basura son tan significantes como las emisiones de todos los
aviones jet en el aire.
Más CO2 es liberado para suministrar nuestras casas que todos los autos combinados.
Y las emisiones producidas cuando se fabrica un nuevo auto es equivalente a construir apenas dos metros
de carretera.
Entonces, es genial cambiarse a autos eléctricos pero estos no solucionarán nada si continuamos construyendo
carreteras de la misma forma.
Arreglar una pequeña parte del sistema industrial no es suficiente.
Cada una de muchas partes diferentes necesitan su propia solución y muchas de estas
no son sencillas.
Pero incluso sabiendo dónde tenemos que actuar, solo porque una solución exista no significa que podemos
or deseemos implementarla.
Existen muchas áreas grises en la pelea contra el rápido cambio climático, el más prominente
es la división entre la riqueza y la pobreza.
Emisiones vs. Pobreza
Existe una clara conexión entre la prosperidad de una nación y sus emisiones de carbono.
En otras palabras, gente más rica tiende a generar más emisiones.
Entonces la clave para arreglar el cambio climático es simplemente a la población mundial más rica
hacerle recortes en sus estilos de vida extravagantes, ¿verdad?
Si bien esto ayudaría, no haría desaparecer el problema.
Es porque el 63% de las emisiones globales provienen desde países de ingresos bajos a medianos altos.
Países donde la mayoría no viven extravagantemente, mas bien intentan escapar de la pobreza
en el peor de los casos, y lograr un estilo de vida cómodo en el mejor.
La desafortunada realidad es que, actualmente, escapar de la pobreza y convertirse en clase media
crea emisiones inevitables.
Entonces pedirle a países en desarrollo reducir emisiones parece como un intento de mantenerlos subdesarrollados.
Es muy difícil argumentar que una región debería proteger sus bosques ancestrales y gastar dinero
en paneles solares en vez de quemar madera, cuando este no puede suplir las necesidades básicas para
partes significativas de su población.
Por lo tanto, reducir no es una demanda popular, más aún si los países haciendo estas demandas
se volvieron ricos al causar daño ambiental en el pasado.
Para miles de millones de personas, en lo personal más emisiones es algo bueno.
Cuando olvidamos esto, tendemos a proponer soluciones inviables.
El hormigón como ejemplo,
8% de las emisiones de CO2 son liberadas por la industria de manufacturación del hormigón.
Ok, bien, paremos de usar hormigón, ¿verdad?
Pero justo ahora, el hormigón es también una forma barata y sencilla para poblaciones en crecimiento en
países en desarrollo para construir vivienda asequible.
Y existen muchos ejemplos como ese.
Incluso los países ricos no son exentos de estar en desacuerdo sobre las soluciones al rápido cambio climático.
Prohibir el carbón, gas y petróleo del conjunto de energías es ralentizado por discusiones acaloradas sobre
qué debería reemplazarlas.
Los ciudadanos pueden estar estrictamente en contra de la energía nuclear, pero también se oponen a
una infraestructura eólica o solar en sus patios traseros.
En principio, todos estos problemas se pueden superar, pero actualmente hay cosas que no sabemos
cómo superar.
La más problemática es la comida.
Emitir o Morir
Pronto necesitaremos alimentar a 10 mil millones de personas, y no sabemos cómo hacer eso sin
emitir gases de efecto invernadero.
Debido a la naturaleza de la moderna producción del alimento que requiere fertilizantes o abono,
es imposible tener comida con cero emisiones.
Tan solo el arroz emite tanto metano cada año que prácticamente iguala las emisiones de
todo el tráfico aéreo en el mundo.
Lo peor es que la comida que nos gusta más emite más.
57% de las emisiones de la comida provienen de alimentos basados en animales, aunque solo
constituyen el 18% de las calorías mundiales, y el 37% de sus proteínas.
Y a medida que las personas de todo el mundo se enriquecen, querrán más carne.
Dietas tradicionales en mayoría de culturas fueron basadas principalmente en plantas con un poco de carne encima.
Pero con el auge de la producción de carne de estilo industrial y la cría intensiva, la carne se ha convertido
en un alimento básico; un deleite regular en países desarrollados y un símbolo de prestigio y riqueza
en países en desarrollo.
Hoy en día, alrededor del 40% de la tierra habitable del mundo es usada para la producción de carne de alguna
u otra forma, el tamaño del Norte y el Sur de América combinados.
Este es terreno en el que de otro modo podríamos permitir la restauración de ecosistemas nativos, como bosques
en el Amazonas, y absorber el carbono de la atmósfera, pero en cambio la mayoría de esto
es usado para alimentar animales.
Las soluciones disponibles son excepcionalmente capaces de hacer a todos en el espectro político,
ricos o pobres, infelices.
La carne es muy emocional y existen muchas falacias de tipo “¿y qué pasa con…?” flotando alrededor,
por ejemplo, comparándola con las peores fuentes de emisión.
Al final es muy simple: con tan solo comer menos carne no se detendrá el cambio climático, pero
también no podemos parar el cambio climático sin comer menos carne.
La misma situación para otros temas que son menos cruciales para nuestra supervivencia pero
francamente no son reales de hacer desaparecer.
Entre ellos los viajes aéreos, transporte marítimos, la minería y la producción de dispositivos que reproducen
videos de YouTube.
Entonces, ¿Qué significa esto?
¿Necesitamos renunciar a nuestro estilo de vida y los pobres nunca podrán conseguirla?
¿No puede alguna tecnología salvarnos de tal forma que podamos continuar conduciendo nuestros grandes autos
y comer carne todos los días?
Soluciones vs. Gastos
En principio, esta tecnología ya existe: Captura Directa de Aire de CO2 absorbe el dióxido de carbono
del aire y así este puede ser almacenado bajo tierra o ser transformado en productos.
Siendo así, ¿Por qué no lo estamos implementando en cada industria, y en todos lados?
Porque con la tecnología que tenemos actualmente, esto costaría aproximadamente 10 billones de dólares.
por año, o el equivalente a la mitad del PIB de Estados Unidos.
El dinero tiene que provenir de algún lado y actualmente nadie lo está ofreciendo.
Simplemente cubriendo estos costos en contaminadores masivos como acerías y centrales eléctricas de carbón
duplicaría el costo de sus productos, y así estas industrias que operan en márgenes
de beneficio muy ajustados terminarían en bancarrota.
Lograr que el gobierno pague por ello parece lógico, pero muchos recursos estatales en realidad están
atados a hacer lo contrario, como subsidiar petróleo y el gas.
Lo cual parece contradictorio pero sigue claros incentivos.
Al mantener bajo los precios del combustible artificialmente, el envío y los bienes de uso diario se mantienen
artificialmente bajos también.
Lo que tiene un gran impacto social en miles de millones de personas alrededor del mundo.
Eso crea grupos de influencia políticos e incentivos que perpetúan este ciclo y por tanto hacen tan
difícil parar la producción de combustible fósil.
Mientras tanto, parece que las soluciones muy costosas para un problema lejano como la captura del carbono
pueden esperar, ya que técnicamente nadie se beneficia de eso actualmente.
Algunos argumentan que alejarse del capitalismo es la única solución a este enredo, otros
insisten que los mercados deberían ser aún más libres, sin intervenciones como subsidios y
algunos sugieren que necesitamos lo que se refiere a un “decrecimiento” y reducir como una
especie en general.
Pero la verdad es que, al menos hasta ahora, ningún sistema político está haciendo un trabajo impresionante en volverse
verdaderamente sostenible y ninguno lo ha hecho realmente en el pasado.
Tampoco tenemos el tiempo para investigar esto y realizar muchos experimentos.
Debemos implementar soluciones ahora.
No solo para detener la liberación de todos los posibles gases de invernadero, sino además para empezar a reducir
la cantidad de CO2 en el aire.
Es demasiado tarde para solo cambiar de curso, tenemos que corregir activamente nuestros errores pasados.
Con cada año que desperdiciamos, más cambios extremos serán inevitables.
Está bien.
Respiremos hondo.
El rápido cambio climático y el mundo en el que vivimos son complicados.
Por lo que aquí es donde TÚ, querido espectador, vienes a escena de nuevo.
¿Podrías TÚ arreglar el clima por favor?
La narrativa de nuestro tiempo es que todos somos responsables del rápido cambio climático.
Que todos necesitamos hacer nuestra parte.
¿Por qué no te compras un nuevo auto eléctrico?
¿Por qué no reemplazas tu estufa de gas por una eléctrica?
¿Qué tal si haces doble acristalamiento en tus ventanas, paras de comer carne, y apagas todas las luces?
Delegar la responsabilidad de mayores emisores de carbono a la persona promedio, tú, es mucho
más fácil de hacer que resolver problemas.
Existe una ventaja adicional si resolver el rápido cambio climático vende un producto nuevo.
Si no tienes el dinero o tiempo para estas cosas, deberías sentirte mal.
Es una mensaje efectivo porque es verdad.
El camino más rápido para reducir emisiones de CO2 sería si todas las poblaciones ricas en la Tierra drásticamente
cambiaran sus estilos de vida y si las personas en su ascenso no intentaran conseguirlo.
Favorecer el clima por encima de la comodidad y riqueza.
Si eres capaz de ver este video, esto te incluye.
Pero justo acabamos de presenciar un experimento global al permanecer en casa, al no usar transporte y
consumir menos durante la pandemia del coronavirus.
Y todo lo que hizo fue reducir las emisiones de CO2 en un 7% para el 2020.
Pedirle a la persona promedio resolver el rápido cambio climático es inútil cuando miramos a la escala
del problema.
Contribuciones personales hacia la reducción de emisiones son geniales, pero son minimizadas
por la realidad sistemática de las emisiones globales.
El concepto de tu huella de carbono personal fue popularizado por el productor de petróleo BP en
una campaña publicitaria en el 2005.
Discutiblemente una de las piezas de propaganda más efectivas y siniestras que todavía seriamente
nos distrae a todos de la realidad de la situación.
Si usted eliminara el 100% de tus emisiones por el resto de su vida, se ahorraría
un segundo de emisiones del sector energético global.
Incluso la persona más motivada no puede ni siquiera hacer una pequeña diferencia.
Cuando juntamos los daños del rápido cambio climático, la escala de emisiones y
la falta de consenso sobre cómo solucionarlo, el reto pareco insuperable.
Puede causar fatiga en la toma de decisiones y licencia moral, donde ya no te sientes mal sobre comportarte
de una forma contraproductiva.
Hemos luchado un largo tiempo con esto, lo cual es el porqué este video nos tomó tanto tiempo producir.
Entonces.
¿Qué puedes hacer realmente?
Hay muchos caminos y son debatidos apasionadamente.
No sabemos quién tiene la razón, por lo que solo podemos ofrecerte la perspectiva y opinión de Kurzgesagt.
Sección de opinión: ¿Qué puedes hacer REALMENTE?
Necesitamos una forma diferente de pensar y hablar sobre el rápido cambio climático.
Un enfoque sistémico que abarca todo, nada menos que cambiar los fundamentos de nuestras
sociedades industriales modernas.
Tal como se discutió con frustrante extensión, se exagera el ángulo de la responsabilidad personal.
Para cambios sistémicos en la tecnología, la política y la economía de esta magnitud, necesitamos
influir a la gente que tiene el poder.
Los políticos necesitan firmemente saber y sentir que a la población le importa, que su propio éxito
depende en abordar el rápido cambio climático.
Cuando los gobiernos y políticos locales son renuentes a cambiar leyes que afectan a sus
mayores contribuyentes fiscales o donantes de campaña, necesitamos destituirlos y votar por gente
que respeta la ciencia.
Necesitamos hacerlos responsables de implementar las estrategias de cambio climático más efectivas.
No desperdiciar el tiempo con cosas como prohibir las pajitas de plástico, en cambio, mover las grandes palancas:
Alimentación, transporte y energía sin olvidar las pequeñas como hormigón
o construcción.
Cuando las industrias pelean contra cambiar sus métodos, por temor a las pérdidas o en intento honesto
de proteger a sus empleados, necesitamos que los políticos cambien las leyes e incentiven el despliegue
de tecnologías existentes e inviertan masivamente en innovación para los campos donde no
tenemos grandes soluciones todavía.
No existe razón de que los intereses de lucro de las industrias no puedan corresponder con la necesidad de
reducir las emisiones de carbono tanto como sea posible.
Y si aún no cooperan, severas sanciones y la regulación deben forzarlos
o llevarlos a la bancarrota.
Todavía es poco realista que un cambio de ese alcance puede ser forzado sobre una economía mundial
lo suficientemente rápido, porque muchas tecnologías aún necesitan mucho tiempo e investigación, lo cual
significa que son costosas.
No obstante, más compañías harán mejores sistemas de captura de carbono, alternativas deliciosas a la carne
mejores baterías, alternativas al hormigón, y lo demás, si existe una demanda clara y creciente.
Y si tienes la suficiente riqueza, puedes hacer tu parte al invertir en estas cosas
ahora mientras todavía son costosas.
Estos son los mecanismos que harán que los precios bajen más adelante.
Por lo tanto, esto es lo que básicamente puedes hacer.
Vote en la boleta, vote con su billetera.
Existen demasiados intereses opuestos y zonas grises complicadas.
Al final, si verdaderamente obtenemos el cambio sistémico que necesitamos, todos serán infelices sobre algún
aspecto de este.
Solo si todos aceptamos que algunas soluciones tendrán impactos negativos para nosotros, podremos
tener una conversación honesta y avanzar.
Todos estarán un poco infelices.
Y eso está bien.
Es lo mejor que puedes hacer.
Puedes enfrentarte a la realidad de la situación y promover tus prioridades mediante tu comportamiento
y tus acciones.
Y mientras lo haces, puedes comer menos carne, volar menos o comprar un auto eléctrico.
No porque deberías sentirte culpable si no lo haces o porque crees ingenuamente que
tú solo puedes detener el rápido cambio climático, sino para hacer tu diminuta, minúscula parte para el cambio
sistémico que necesitamos.
Este video fue patrocinado por Gates Notes, el blog personal de Bill Gates, donde él
escribe sobre la salud global, cambio climático y más.
Échale un vistazo gatesnote.com para saber más sobre los métodos de que el mundo pueda trabajar juntos para
alcanzar cero emisiones de gases de invernadero, o use el enlace de abajo.
Y con el espíritu de la transparencia, si quieres aprender sobre cómo manejamos los patrocinios
como este, también tenemos un artículo no tan largo describiendo cómo lo hacemos.
Gracias por ver.