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Transcripción
Hoy haremos algo distinto.
Nuestro amigo John Green va a leer una historia de su podcast
“The Anthropocene Reviewed”. Esperamos que os guste,
y volveremos con uno de nuestros vídeos habituales… pronto.
Bueno, si alguna vez has sido, o tenido un niño
seguramente ya estés familiarizado con las plantillas de manos. Fueron la primera forma de arte figurativo
hechas por mis dos hijos, entre los 2 y los 3 años de edad.
Mis hijos pusieron una mano con los dedos abiertos en una hoja de papel y entonces,
con la ayuda de un padre, dibujaron sus 5 dedos.
Recuerdo la cara de mi hijo
mientras levantaba la mano y miraba absolutamente conmocionado
al ver que la forma de su mano todavía estaba
en el papel - un registro semipermanente
de sí mismo. Estoy extremadamente feliz
de que mis hijos ya no tienen 3 años
y cuando veo sus pequeñas manos de aquellos
dibujos primerizos me inunda una extraña sensación
de alegría dividida.
Esas imágenes me recuerdan que no sólo están creciendo,
si no que también están alejándose de mí,
corriendo hacia sus propias vidas.
Pero por supuesto, ese es el significado que yo
le doy a las plantillas de manos,
y la complicada relación entre el arte y sus observadores
es especialmente tensa cuando miramos profundamente hacia el pasado.
En septiembre de 1940, un mecánico de 18 años
llamado Marcel Ravidat estaba paseando
a su perro “Robot” por la campiña del suroeste de Francia
cuando el perro desapareció por un agujero.
Robot eventualmente regresó, pero al día siguiente, Ravidat
fue con 3 amigos de nuevo al agujero para explorarlo.
Tras excavar un rato, descubrieron una cueva,
con los muros cubiertos de pinturas,
incluyendo alrededor de 900 pinturas de animales:
caballos, ciervos,
bisontes y otras especies ahora extintas, incluyendo rinocerontes lanudos.
Las pinturas eran
increíblemente detalladas y vívidas, con
colores rojos, amarillos y negros, hechas con pigmentos minerales pulverizados
que normalmente se soplaban por un tubo estrecho,
posiblemente un hueso vaciado,
contra las paredes de la cueva.
Eventualmente se establecería que estas obras de arte se habían realizado
hacía 17000 años.
Dos de los chicos que visitaron la cueva ese día
fueron tan profundamente conmovidos por el arte que vieron
que acamparon fuera de la cueva para protegerla
durante más de 1 año.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno Francés tomo posesión del sitio
y la cueva fue abierta al publico en 1948.
Cuando Picasso vio la cueva en una visita ese mismo año
se sabe que dijo: “No hemos inventado nada”.
Hay muchos misterios en Lascaux. Por qué, por ejemplo,
no hay ninguna imagen de renos
que sabemos eran la fuente principal de alimento para los humanos paleolíticos
que vivieron en aquella cueva.
Por qué estaban mucho más centrados en pintar animales
que en pintar formas humanas,
por qué hay ciertas áreas de la cueva llenas de imágenes,
incluyendo el techo, que requería de la construcción de andamios
para ser creadas, mientras que otras áreas tenían apenas unas pocas pinturas.
¿Y eran las pinturas espirituales –“aquí están nuestros animales sagrados”?
¿O eran prácticas
– “aquí hay una guía de algunos de los animales que pueden matarte”?
Dejando de lado los animales, hay casi un millar
de señales y formas abstractas que no podemos interpretar,
así como varias “plantillas de manos negativas”,
como fueron llamadas por los historiadores de arte.
Esas son las pinturas que más me interesan.
Fueron creadas presionando con una mano con los dedos abiertos
contra el muro de la cueva, y entonces
soplaban los pigmentos, dejando el área alrededor
de la mano pintada.
Plantillas de manos similares se han encontrado alrededor de todo el mundo,
desde Indonesia, España,
Australia, las Américas, hasta África.
Hemos encontrado estas memorias de manos de hace
quince, treinta, o incluso cuarenta mil años.
Esas plantillas de manos nos recuerdan cómo de diferente era la vida
en el pasado distante. Las amputaciones
por congelación eran comunes en Europa
por lo que a menudo se ven plantillas de manos
con tres o cuatro dedos, y la vida era corta y difícil.
Casi un cuarto de las mujeres morían dando a luz;
alrededor del 50% de los niños morían antes de los 5 años.
Pero eso también nos recuerda que los humanos del pasado
eran tan humanos como nosotros.
Sus manos, indistinguibles de las nuestras.
Esas comunidades cazaban y recolectaban
y no había grandes excesos calóricos
por lo que todas las personas sanas tenían que contribuir
en la adquisición de comida y agua.
Y aún así, de alguna forma, tenían tiempo
para crear arte.
Casi como si el arte no fuera opcional para los humanos.
Vemos toda clase de plantillas de manos en los muros de las cuevas,
de niños y adultos,
pero casi siempre los dedos están separados,
como las plantillas de mis hijos.
No soy junguiano, pero es fascinante, y un poco extraño,
que tantos humanos paleolíticos,
que de ninguna forma podrían haber contactado entre ellos,
crearon las mismas pinturas de la misma forma -
pinturas que seguimos creando.
Pero, de nuevo, lo que el arte de Lascaux significa para mí
es bastante diferente de lo que significa para
para la gente que lo hizo.
Algunos académicos teorizan sobre que las plantillas de manos eran parte de rituales de caza.
Siempre existe la posibilidad de que las manos
fueran simplemente un modelo adecuado al final de la muñeca.
Para mí, sin embargo, las plantillas de manos en Lascaux
dicen, “Yo estuve aquí”. Dicen,
“Tú no eres nuevo”.
Y puesto que hay imágenes negativas rodeadas por pigmento rojo,
también me parecen algo salido de una película de terror.
Como manos fantasmales alcanzándome desde un fondo sangriento.
Me recuerdan que, como Alice Walker escribió,
“Toda la historia es actual”.
Las cuevas de Lascaux han estado cerradas al público desde hace varios años.
Demasiados humanos contemporáneos respirando dentro de ellas provocaron el crecimiento de moho y líquenes,
lo que ha dañado parte del arte.
El simple acto de mirar algo puede estropearlo, supongo.
Pero los turistas todavía pueden visitar una cueva de imitación
llamada Lascaux II
donde el arte ha sido meticulosamente recreado.
Humanos creando arte en cuevas falsas
para salvar el arte de cuevas reales
puede parecer el pico del comportamiento antropoceno.
Pero tengo que confesar que,
incluso si soy un hastiado y cínico revisor semiprofesional de la actividad humana,
encuentro increíblemente esperanzador que cuatro adolescentes y un perro llamado Robot
descubrieran una cueva con plantillas de manos de 17000 años, que la cueva era
tan abrumadoramente bella que dos de los adolescentes se dedicaron por completo a su protección.
Y que cuando nos convertimos en un peligro para la belleza de esa cueva,
acordamos dejar de ir.
Lascaux está ahí.
No la puedes visitar.
Puedes ir a la cueva falsa que construimos,
y ver plantillas de manos casi idénticas,
pero sabrás
que eso no es real,
si no una sombra de ello.
Es la huella de una mano,
pero no es una mano.
Es un recuerdo al que no puedes regresar.
Todo lo que convierte esa cueva en algo
muy parecido al pasado que representa.
Esperamos que hayas disfrutado de este vídeo incluso si ha sido algo diferente.
Échale un vistazo al podcast de Green, “The Anthropocene Reviewed”,
donde poéticamente revisa el mundo humano en el que vivimos.
John es un buen amigo de Kurzgesagt.
De hecho, sin su canal Crash Course,
que él y su hermano Hank iniciaron hace años,
Kurzgesagt no existiría, porque fue la insipiración original de lo que tenemos hoy.
Y a lo largo de los años, John y Hank nos han ayudado
en multitud de formas, desde aconsejarnos a simplemente ser nuestros amigos.
Por lo que échale un vistazo a Anthropocene Reviewed o uno de sus otros canales.
¡Cuac!